martes, 13 de enero de 2009

La Tagliatella. Córdoba. C/ Jesús María, 6

¿Vamos a un italiano?

El pasado verano, visitando a unos señores de Jaén, tuve la oportunidad de comer en un restaurante italiano que me llamó la atención por lo abundante de sus platos y la calidad de los mismos.

Hace un par de meses, en Córdoba (pueblo después de todo en el que las noticias vuelan), abrieron un nuevo restaurante italiano. La primera vez que lo pisé, debido a lo recargado de su decoración, quedó más que claro que se trataba de la misma cadena de restaurantes que visité en Jaén: La Tagliatella.

Mi primera sorpresa fue, desde luego, que se trataba de una franquicia. No lo parece. La calidad está muy por encima de la media que suelen tener las franquicias de pasta italiana (y el precio, claro, también).

El local se encuentra en plena calle Jesús María, junto a la Plaza de las Tendillas de Córdoba. Nada aconsejable desplazarse hasta allí en coche, pues el aparcamiento no es que sea escaso, sino más bien inexistente. Lo más cercano, el Paseo de la Victoria. Sin embargo, es más recomendable usar autobús, ya que la mayoría pasan de las líneas pasan por la zona.

Admiten reserva, opción más que recomendable especialmente los fines de semana, donde en horas punta puede ser toda una odisea encontrar mesa.

Una vez dentro, la decoración del local llama la atención por no tratarse del típico italiano con torres de Pizza por todas partes, sino que se basa en una decoración quasi barroca, en tonos rojos burdeos, con lámparas rimbombantes y artesonados en el techo. Una vez sentados, el espacio vital de cada comensal es suficiente. No especialmente espacioso, pero suficiente.

El surtido de la carta parece poco amplio a primera vista, hasta que vemos el truco que esconde, que no es otro que el uso de combinaciones de n elementos tomados de dos en dos... Esto es, unas listas con tipos de pastas -normales y rellenas- y otra con salsas. El cliente elige su tipo de pasta y su salsa entre una selección de raviolis, tortellinis, macarrones e infinidad de pastas rellenas que no había visto en mi vida, a cual más llamativa a nuestro bien cuidado aparato digestivo.

Además, existe un buen número de pizzas, así como risottos, lasañas, canelones, ensaladas y demás. Los postres, como el resto de carta, abundantes y exquisitos.

La carta de vinos ofrece una breve pero buena variedad, siendo la elección preferida de un señor que escribe el lambrusco rosado, espumoso que se sube a la cabeza con pasmosa facilidad.

Hay que tener muy en cuenta que los platos van BIEN servidos. Probablemente una ensalada para compartir entre 3 ó 4 y un plato por cabeza será incluso demasiado para algunos comensales de menor capacidad estomacal.

El servicio, en general, bueno. Sin embargo, pecan de exceso de tiempo en servir, siendo especialmente molesto el tiempo de espera entre platos. El personal (al menos los camareros) es en su mayor parte masculino, joven y agradable.

Como ya he dicho, la cantidad de comida por ración es llamativa, y la variedad de pastas también. Las salsas combinan las tradicionales bolognesas y carbonaras con productos más innovadores, con uso de diferentes quesos, frutos secos, verduras confitadas -también incluidas en algunas ensaladas-...

El precio medio de cada comensal oscila entre los 25 y los 30€, más que razonable para la calidad que encontramos.

Como valor añadido por mi parte, en el local no se permite fumar.

Que ustedes lo disfruten.

Fdo: Un señor de Murcia

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta el sitio. Creo que hasta ahora, ha sido uno de los mejores italianos q han puesto en Córdoba. MUY recomendable.

Salu2