La verdad, no somos muy
aficionados a las modas, y queriendo huir de estas, siempre buscamos sitios tranquilos, que no
esten atestados de gente y sobre todo, en los que puedas aparcar el coche
facilmente.
Por eso, al ver como estaba el centro comercial
El Arcángel en estas fechas,
decimos darnos una vuelta por si
habia algo cerca para almorzar que mereciera la pena. Tardamos menos de 5 minutos andando en encontrar una plaza que
ofrecia gran variedad de posibilidades, restaurantes, bares, mesones,
bocadillerias,
creperias,
pizzerias,
cafeterias,
heladerias,
confiterias, asadores de pollos y hasta un
kebap. Probamos suerte y nos metimos en uno de los restaurantes.
La
Almadraba, que
asi se llama este local, es un restaurante de ambiente familiar, con apenas 8 o 9 mesas dentro, decorado en colores
calidos el local evoca el ambiente marinero de su nombre.
En el exterior cuenta con una enorme terraza en la que nos podemos sentar en invierno a disfrutar de mañanas soleadas o en verano de la suave brisa cordobesa.
La limpieza del local es absoluta,
ademas, si nos acercamos a la barra, podremos ver la cocina al completo, pues cuenta con una parte abierta en la que podemos apreciar la
manipulacion de los alimentos
asi como el estado de la misma.
El personal de este restaurante, ha sido durante sus primeros años un tanto variable, el equipo, formado principalmente por los dos socios propietarios, cuenta
ademas un camarero fijo, y otros eventuales dependiendo del flujo de clientes, y un cocinero fijo y algunos pinches, estos
tambien eventuales. Esta plantilla, a
exepcion de los propietarios ha ido rotando durante los
ultimos años, aunque desde hace ya un año aproximadamente conservan a la misma plantilla.
Lo malo de que el personal de un restaurante
varie tanto, es que el cliente no termina nunca de tomar contacto con el local. A todos nos gusta llegar y decir "
ponme lo de siempre".
Ademas, al variar
tambien el personal de cocina, los platos
tambien han variado bastante.
En la carta, nos podemos encontrar platos de todas las
índoles, desde el tan
tipico flamenquin cordobes, hasta
berengenas con crema de gambas y
jamon.
Aunque el punto fuerte de la carta son los pescados y mariscos. Su exquisita dorada o sus navajas a la plancha
asi como las almejas a la almadraba son una muestra de lo que nos puede ofrecer este restaurante.
Con precios medios de 15 € por persona, podremos degustar de una comida casera y
recien hecha en este agradable lugar.
La plaza en la que esta situada cuenta con un
mini-parque con columpios para los mas pequeños, con aparcamiento abundante por la zona y es totalmente peatonal. Ideal para familias con niños.
Para nosotros, este restaurante merece la pena ser visitado.
Asi como la plaza en la que se encuentra, de la que tenemos pensado hacer un articulo con todos los locales que en ella se encuentran.
Esperando sea todo de su agrado, se despide:
Un Señor de Cuenca